Roto el cristal del reloj de arena
sus granos parecieron cobrar personalidad,
marchando, escapando,
con prisas
hacia Dios sabe dónde,
lineales
o tal vez no tanto,
pero sin atisbo alguno de querer detenerse,
y nunca mirando a los ojos
porque saben
en el fondo
que no son amigos del hombre,
al menos no del hombre que vive del ayer.
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Amilde Z.
jueves, 30 de septiembre de 2010
lunes, 20 de septiembre de 2010
Triste mujer
El tacto ajeno deja tatuajes en su piel más profunda,
quema.
Su vientre se desangra,
llora.
Sus manos aislan,
protejen.
Sus ojos se cierran,
evitan.
Las palabras no fluyen,
enmudecen.
Su memoria devela sonrisas lascivas,
todas ellas juiciosas.
Los recuerdos grises no evaporan,
restan indemnes.
Mujer,
estás triste,
eres triste.
Se han llevado de ti
la fragancia a flor fresca.
Recupérala..y estalla en primavera.
quema.
Su vientre se desangra,
llora.
Sus manos aislan,
protejen.
Sus ojos se cierran,
evitan.
Las palabras no fluyen,
enmudecen.
Su memoria devela sonrisas lascivas,
todas ellas juiciosas.
Los recuerdos grises no evaporan,
restan indemnes.
Mujer,
estás triste,
eres triste.
Se han llevado de ti
la fragancia a flor fresca.
Recupérala..y estalla en primavera.
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