jueves, 24 de septiembre de 2009

No lo sé

El ambiente es fotografía capturada oscura, culpa de los tenues rayos de luz de ciudad que se filtran por tus persianas.
La escena es estática. Marca un hito aislado que por fortuna no será jamás secuencia.
Es captura, imagen como aquellas que se pierden en los cajones olvidados del recuerdo amargo.

No quiero estar aquí. No quiero estar con vos.
Nunca fuiste capaz de ver en mí más allá de mis formas físicas.
Bien lamentable.

Mi cuerpo entumecido responde inerte a tu contacto. Mi ser está en otro sitio, no dispones de él. Nunca podrías hacerlo.

Hay una brecha demasiado extensa para que llegues a mi orilla; y no cuentas con el deseo, la voluntad ni la Visa para venir a ella.
Nunca permitiría tu desembarco y tampoco tú querrías emprenderlo. Se te ve demasiado cómodo en tus costas de aguas nauseabundas.

Pero quizás esté loca, o no vea en claro qué quiero.
Tal vez quiera cruzar a tu orilla y explorarte entero.



Foto: Sofi Gentiletti

lunes, 21 de septiembre de 2009

Al maestro

Huelo el aroma a sándalo que ahoga la habitación,
removiendo emociones olvidadas, acompañando esta tarde soleada.
Levanto los ojos hacia la ventana. Ella abre sus brazos y deja entrar su luz.
La luz en la que seguramente ahora te encuentras.

Recuerdo tus palabras, resumidas todas en tu ilustre mirada.
Siento tus lecciones grabadas en mi alma, latiendo al ritmo del corazón y esperando a ser aplicadas.
Evoco en memorias tu dulce templanza, y en lágrimas de agradecimiento infinito tu impagable enseñanza.

Tu vida fue como un noble sahumerio que nació para dar lo mejor de sí mismo.
Nos regalo su esencia, su mejor naturaleza, y se fundió silenciosamente en misterio.
Ahora desde otro plano, tu ser nos contempla, nos acompaña, nos guía.
Nos hace, una vez más, retomar conciencia de la grandiosa existencia.

Gracias maestro.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Inecuación

Matemático fue el momento en que la vida nos dispuso a encontrarnos,
y a formar parte de un mismo conjunto llamado "tiempo y espacio".
Exactos fueron los vaivenes del destino para lograr desviarnos,
y no reunirnos nunca más.
Inecuación fue tu situación frente a la mía,
sin habernos acercado de ningún modo a la igualdad.
Probabilidades tal vez hayan de volver a toparnos,
y perdernos en un abrazo sin más.
Límites no existen para recrearte en sueños
y vivir lo inverosímil con absoluta convicción.
De lógica carezco para comprender este Karma
y la suma de días atada al ideal de aquella infancia.

Amilde Zanassi

jueves, 10 de septiembre de 2009

Revolución

Se presentaron los pensamientos como torbellinos,
desfilando frente a mí, e imponiendo su falso poder.

Desataron las cadenas de las bestias,
y ahora,
sólo queda correr o enfrentarse.

Antepusieron la duda.
Dejaron escapar a la razón.
Dieron surgimiento a la división.

Mi mente se declaró enemiga.
Prentende agobiar mi espíritu y sofocar mi intención.
¿Cómo he de vencer en esta rebelión?

Debo fluir, observar y dejar pasar. Sin escuchar.


Amilde Zanassi

Foto de Sofi Gentiletti

martes, 8 de septiembre de 2009

Swaran Kaur

Has venido vacía y plena, compleja, serena.
La materia dispuso esta forma, que con orgullo aceptas.

Tu espíritu no tiene tiempo. Rebosa en sabiduría.
Tu rostro no tiene máscaras. Se dibuja inocente tal cual es.
Tu amor no tiene elección, se reparte sin condición.
Tu esencia sabe a sándalo, y a la frescura que te hace bella.

Mujer de luz, ser del sol. Te encaminas hacia el bien.

Tu alma no tiene género, pero esta vez,
Decidiste ser mujer.

Amilde Zanassi

foto de Sofi Gentiletti

sábado, 5 de septiembre de 2009

Al poder de las imagenes

Creo en imágenes lo que no puedo decir
Vibro en colores cuando me animo a existir
Descanso en las palabras cuando dejo de pensar
Y me dejo llevar por su musicalidad

Todo es color y milagro.
Los tiempos de los oscuros monocromos lejos están.

En lo simplista e incógnito también encontré la belleza ingenua,
Bastó con despertar y advertirla derrotando barreras.

La imagen, expresión más pura y honesta de las cosas
Traduciéndola a palabras,
Abandona parte de su esencia dejándola tras el muro.

Por eso elijo admirar,
Favorezco el sentir,
Y profeso el crear.

Todo sea por sanar.


jueves, 3 de septiembre de 2009

Invierno

Cayó el último copo de nieve del invierno.

El viento suave renovó las ilusiones de la gente luego de tan desesperante estación.
La dejamos atrás, ahora quizás vengan felices primaveras.

Miro hacia fuera y me asomo al balcón.
Me animo a que los primeros rayos de sol cálido jueguen con mi cuerpo.

Me acuerdo de vos. De nosotros. Creo que han pasado muchos inviernos hasta que la luz finalmente nos inundó.

Nos hemos encontrado en planos distintos. Universos disímiles.
Quizás alguna vez hubo una feliz intersección, un fugaz encuentro de dos almas desnudas incorruptas por el afuera.
Pero las manecillas del reloj hicieron un recorrido muy breve hasta que este encuentro se esfumó.

Tu universo fue más un agujero negro que un cosmos de color. Y solo recibió unidireccionalmente, sin dejar nada salir.

Lo que pudo ser y se congeló, aquello latente que no perpetuó, vive en otra realidad, en una existencia donde las cosas siguieron su rumbo, sin haberle importado la terquedad del destino.

martes, 1 de septiembre de 2009

Brote

Se opacaron. A veces percibo que tu rostro se encuentra en conflicto,
Que tus ojos se tornaron oscuros mutando aquel brillo presente el día que te conocí.
Imagino tu mente cansada e incesante enemiga del dialogo interno que pone en peligro a tu paz.
El fantasma que te torturo hace unos años aun no ha sido purgado,
Y no puedes permitir el reencuentro contigo.
Tu naturaleza más bella espera resonar en el mundo,
Y que te ocupes de ella. Espera ansiosa que accedas a ser soberana de tu destino,
Sin obedecer a aquella oscuridad que surge y se renueva como la marea lo hace al ritmo del mar.
Tu vibrante piel pide a gritos que le concedas un encuentro,
Una comunión verdadera exenta de juicios y caducidad por ti decretada.
Todo aquello que quieres ser y te propones vencer, está al alcance de tus manos
Solo tienes que dar primacía a la intención y dejar esfumar las sombras que aun te tocan.
Con tan solo un parpadeo, la semilla de curación que sin dudas habita en ti, puede germinar,
Déjala actuar y que dentro brote una nueva vida.

Amilde

Te contemplaba desde lejos, distante e indiferente, sumido en tu pequeño mundo efímero de idioteces primer mundistas y amistades vacías.

Yo, que para soportar la bajada de tensión que me provocaba tu presencia, sostenía en mis manos carentes de tacto un ejército de copas de vodka.
Ese elixir que me aliviaría tu desafecto y calmaría mi espíritu de la platónica adicción a tu persona.

Abstraída en tal benévola intoxicación, me dispuse a enfrentarte, a mirarte de frente y hacer que por segundos la imagen de mi ser se grabara en tus retinas, siempre con la esperanza de que se absorbiera en tu alma.

Nos acercamos.
Dispusiste la mejor sonrisa para recibirme, pero me encolericé al notar en vos la no lectura de mis intenciones y tu tan limitada interpretación de mi corazón.
Sí, de ese músculo que por momentos pretendía anestesiar para que se subordinara sin objeciones a la razón y obedeciera a mis deseos de dejarte ir.

Dejarte ir. Poner mi firma a ese capítulo de mi vida escrito por mi propia voluntad y con irremediable literatura dramática que nunca desencadenaría en romance.
Bajar el telón. Preparar la escenografía para una nueva obra quizás con un final más feliz.
Todo aquello pretendía.

Hoy. Martes. Inestable con probabilidad de lluvias, recuerdo con ternura aquel capítulo ya tan lejano y quasi sin relevancia.
Esa sección o apartado que me llevó a acentuar aún más mi coraza, pero que esclareció sobremanera lo que no quiero: adicción a las personas,
y aquello que sí quiero: amor propio y autosuficiencia.
Gracias.