domingo, 12 de marzo de 2017

I

Yo soy el río de tus aguas limpias,
el agüita de tus venas y la sangre de tu familia.
Camino libre por tu cuerpo,
por senditas bien fluidas.
Llevo dicha a cada partecita;
honrando a tu niña, honrando a tus ancestros y al deber que te ha hecho mujer de poder.
Traigo ligereza a tus aguas y a tus orillas,
arrastrando a toda arenilla.
Despejo las hojas de tu sauce llorón,
arremolinadas en las entrañas de tu fondo.
Soy apertura, soy fuerza, soy vida,
soy agua dulce sin miedo a perderse y fundirse en la sal de tu mar.

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