jueves, 29 de julio de 2010

A la Pachamama

Mis ojos se pierden en tu juego de colores,
en la quietud de tus montañas,
en la danza de tus ríos.

Mis pies se asientan firmes en tu tierra,
y dejando huellas emprenden camino.

El ser que habita mi cuerpo se regocija
porque encuentra cobijo en el hogar que nos brindas.

Mi rostro se mira en el rostro de tu gente y sonríe.
Sonríe porque ve en ellos a hermanos y hermanas del mismo Dios Sol y la misma Diosa Gaia.

Mi aliento, sin palabras,
se suma a los ecos de tu viento
y sin fronteras festeja tu grandeza.

Eres linda, grande y noble Pachamama.

Mis brazos se extienden hacia tus brazos
y en el más cálido afecto se funden.

Gracias Madre
por hacernos palpable la experiencia
y tangible sentir.

A.Z

1 comentarios:

Ceci Rossi dijo...

Mi rostro se mira en el rostro de tu gente y sonríe."
me quedo sin palabras mientras las tuyas me llenan de luz SAT NAM!

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