lunes, 4 de octubre de 2010

Del loto y su esencia

El Sol,
desde las horas del alba
acaricia las aguas fangosas
donde el Loto yace en su profundidad.

Aunque esta flor
en la noche no lo pueda ver,
confía en su salida del mañana.

Y los tibios rayos
atravesando la pesadumbre
hacen elevar al Loto, para con toda humildad
mostrar su esencia más pura.

Así es esta flor,
análoga es el alma.

Así es su Fe,
aguardando infinitamente la llegada de la Luz.

Así es la pureza incorrupta de su Esencia,
desde que es semilla,
aún sin agua cristalina a su alrededor.

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