Por nuestros ríos internos
recorre una misma fórmula de vida,
una idéntica historia precedida
y un común anhelo de posteridad.
En nuestros inicios,
habitamos un mismo cuerpo,
alimentamos sueños ajenos
y despertamos mismas quimeras de felicidad.
Hoy,
zarpando en distintas barcas
navegamos hacia rumbos
que nuestros corazones vibran en cada palpitar,
pero sin olvidar
jamás
el hogar.
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Amilde Z.
jueves, 10 de diciembre de 2009
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2 comentarios:
ni sonrisa pequeña ni mediana ni grande si es por lo literal de la sonrisa. En todo caso, mientras mis ojos recorren tus palabras mis labios se disponen calmos y me quedo con ganas de más descripciones y sensaciones hogareñas. Mantenenos al tanto de tus zarpes, de tus ríos. Abrazo fuerte Amilde y que las aguas estén hermosísimas.
A lo de la sonrisa no le encuentro sentido. (Concuerdo con "malu zurita")
En cuanto al poema me parece bonito.
No es triste, no demuestra angustia, por eso mismo se me hace extraño y empiezo a degustarlo.
Que este bien.
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